Las torturas en Cuba
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20 de junio de 2022La corrupción en Cuba continúa siendo uno de los grandes problemas del país. No es algo nuevo, sino una manera de actuar en la que solo los diferentes políticos que han mandado en la isla han sacado beneficio. Desgraciadamente, es una forma de vida que se ha instaurado en el país y que viene de muy lejos. Cuando Fidel Castro llegó al poder, la esperanza estaba puesta en un cambio en el que la población saldría ganando, pero nada más lejos de la realidad. Los cubanos se encontraron con una dictadura violenta, que utilizaba el terror como medida más habitual y que, desde luego, hizo oídos sordos a las necesidades de la población. De hecho, si algún ciudadano levantaba la voz para hacerse oír, rápidamente era callado a través de una represión realmente abusiva.
Continúa la corrupción en Cuba
Fidel Castro ya no está vivo y su hermano, Raúl, que heredó el poder, ya no manda, al menos en teoría, porque es de sobra conocido que Miguel Díaz – Canel es tan solo el reflejo de una continuidad del régimen castrista. ¿Qué quiere decir esto? Es fácil. Cuba no tiene ninguna esperanza de ver la luz al final del túnel. La población empieza a asumir que, como viene sucediendo, todas las medidas están destinadas a mejorar la vida del presidente y de todos sus compinches. Ninguna decisión tiene como objetivo mejorar la situación económica de los ciudadanos cubanos, que siguen inmersos en unos altos índices de pobreza. Todo lo que se promueve es para que ganen los mismos. Sucedía con los Castro y, ahora, con Miguel Díaz – Canel, de la misma cuerda que sus antecesores, es más de lo mismo. La corrupción en Cuba ya forma parte de un país con muchos recursos, que han ido destruyendo poco a poco.
Una de las causas que favorecen que la corrupción en Cuba se mantenga, además agudizada desde el inicio de la pandemia del Covid-19, es la prensa. Los medios de comunicación, o al menos gran parte de ellos, se han convertido en un altavoz del régimen. Implantar el miedo en ellos es otra forma de corrupción, pero con ello han logrado que, en multitud de ocasiones, tan solo se repita ese interesado mensaje que se manda desde los diferentes organismos políticos oficiales. Lo que debería ser una herramienta para dar voz a los cubanos, es algo basado en el servilismo oficial.
¿Nos tenemos que quedar sin hacer nada ante esto? ¡No puede ser! En Alianza Europea Antidictatorial queremos luchar para dar voz a aquellos que deberían ser los protagonistas de Cuba, que no son otros que los cubanos de a pie.